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No hay religión que no haya convertido al ritual de fuego como elemento clave, desde la mitología las civilizaciones han celebrado rituales de fuego. La razón es que la luz siempre estuvo asociada a la espiritualidad  con ritos y ceremonias. 

La religión Judía celebra el comienzo del Shabat, o la fiesta de Janucá, la Fiesta de las Luces, en la cual cada noche durante ocho días se encienden velas conmemorando la consagración de un nuevo Altar en el Templo de Jerusalén después de la libertad conquistada. También suelen encender una vela para recordar el aniversario de la muerte de un ser querido.

El Cristianismo dio importancia significativa a los Rituales de Fuego con velas.

"Y dijo Dios: ¡que exista la luz!" Y la luz existió (Génesis 1.3).

La Biblia pone énfasis en la creación de la luz por Dios Padre. Este es su primer regalo para el mundo, "donde hay Dios ya no puede haber oscuridad". Sin luz la creación misma no tendría razón de existir. La idea de Dios está constantemente conectada a la de la luz. Jesús se define en las Escrituras como "La luz que ilumina al mundo"

"En El estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas y las tinieblas no han podido extinguirla" (Juan 1:4-5).

"Yo soy la luz del mundo. El que ,me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12).

Por lo tanto es normal que dentro de las Iglesias, las velas se coloquen en el altar y que sean las protagonistas de los ritos y celebraciones ya que las usa en casi todos los Sacramentos. El sacerdote pronuncia las palabras rituales para que los nuevos fieles comiencen una nueva vida de fe, utilizando algunos objetos con significado profundo y simbólico: el agua que lava el pecado original, aceites que protegen del mal, el Crisma (Aceite y bálsamo mezclados consagrados) para los recién bautizados, la vestimenta blanca símbolo de pureza y renacimiento y la vela encendida que simboliza a Cristo, a la luz del mundo.

El mundo Islámico celebra el nacimiento del profeta Mahoma . En Marruecos una tradición de origen Otomano se realiza La Fiesta de las Cirios congregándose hombres y mujeres con rituales de fuego, cánticos y danzas.

Los pueblos de la Irlanda Celta creían fervientemente en la magia y en los hechizos, de aquí su interés en honrar a los dioses de su panteón en beneficio propio o grupal.

Durante la celebración del año nuevo Celta, la fiesta del Samhain, se solían encender grandes hogueras porque se consideraba al fuego un elemento purificador. Así mismo, este tenía el objetivo de eliminar todo lo malo del año anterior y atraer la buena fortuna. El banquete era extremadamente generoso, la gente bailaba alrededor del fuego y se dejaban tanto ventanas como puertas abiertas para recibir todo lo bueno, (tradición de la mitología Celta).

Con las velas se puede transmutar la energía a través del fuego y todo lo negativo se transforma en positivo. Solo se debe tener en cuenta que hay que tener tres palabras que se plasman en la fuerza del milagro: FUEGO, LUZ Y FE.

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